Claves para conservar el pan fresco

El pan se endurece como resultado de la pérdida de humedad en las moléculas de almidón. Por ello es primordial almacenarlo de forma adecuada. Si quieres que tu pan mantenga todas sus propiedades el mayor tiempo posible, sigue estos sencillos consejos.

La primera recomendación es comprar un buen pan, ya que un pan de calidad soportará mejor el paso del tiempo que uno industrial de baja calidad. Y cuanto más grande sea la pieza, más tiempo conservará su frescura. 

Para evitar que el aire reseque el pan, la clave es guardarlo envuelto en papel o en una bolsa de tela. Esto permite que el pan respire a la vez que lo protege del aire. Es muy importante evitar el plástico ya que lo reblancede y acelera la aparición de mohos.

El pan debe conservarse a temperatura ambiente, en un lugar fresco y seco. Nunca se debe meter en el frigorífico ya que el frío acelería su descomposición.

En caso de que necesitemos conservarlo durante un tiempo prolongado, lo mejor es meterlo en el congelador y descongelarlo a temperatura ambiente o en el horno a 70 grados. Y siempre teniendo en cuenta que una vez descongelado no se puede volver a congelar. 

También existen algunos trucos para dar vida al pan que ya no está tan reciente, por ejemplo humedecerlo ligeramente y ponerlo a 180 grados en el horno durante 5 minutos y será más que suficiente para que quede crujiente. Y si no, siempre se puede aprovechar para hacer pan rallado o unas ricas torrijas.